viernes, 30 de octubre de 2009

SEGUNDO CUMPLE-BLOG...

He leído que la media de vida de un blog suele estar en los 2 años. Hoy hace ya 2 años que se me ocurrió el comenzar a escribir en las noches de Insomnio Cruel. Nunca tuve pretensiones de ser leída ó de escribir para los demás, sólo quería contar a modo de diario personal mis vivencias que por otra parte, desde pequeña siempre acostumbré a escribir en papel. Siempre he pensado que la mayoría no interesan a nadie, sólo a mi pero de esta forma, he conocido a gente increíble y que sí tiene mucho que expresar y que también me han transmitido muchas cosas a través de su rincón personal. Muchas gracias a todos los que pasáis por aquí y me comentáis -por vuestro interés- y también a los que alguna vez pasaron sin más, porque sin imaginarlo, me siento parte de vuestras vidas. Un abrazo para tod@s...

miércoles, 21 de octubre de 2009

PARABÉNS, JESÚS...

Hoy han salido las notas de las opos de Instituciones Penitenciarias y es un día importante, ya que Jesús me ha llamado para decirme que ha aprobado. Lo esperábamos, pero hoy se ha confirmado y sin duda es un gran día. Enhorabuena por haberlo conseguido y por no decaer en el intento; tanto esfuerzo se ha visto recompensado y me alegro un montón. Me alegra mucho haberte conocido, este año me has hecho pasar muy buenos momentos con tu compañía. Un abrazo enormeeeee!!!...

lunes, 19 de octubre de 2009

ESTO TAMBIÉN PASARÁ...

¿Conocéis el cuento del Rey Ciclotímico? Es uno de los cuentos para pensar de Jorge Bucay. Hoy, día en que mi estado anímico estaba mas bien variable-perezoso lo he leído por primera vez; me lo ha narrado un misterioso y también sabio hombre (aunque sin túnica -gracias, Sergi-). Si tenéis un rato para leerlo aquí os lo dejo (merece la pena)...
Había una vez un rey muy poderoso que reinaba en un país muy lejano. Era un buen rey. Pero el monarca tenía un problema: Era un rey con dos personalidades. Había días en que se levantaba exultante, eufórico, feliz. Ya desde la mañana, esos días aparecían como maravillosos. Los jardines de su palacio le parecían más bellos. Sus sirvientes, por algún extraño fenómeno, eran amables y eficientes esas mañanas. En el desayuno confirmaba que se fabricaban en su reino las mejores harinas y se cosechaban los mejores frutos. Esos eran días en que el rey rebajaba los impuestos, repartía riquezas, concedía favores y legislaba por la paz y por el bienestar de los ancianos. Durante esos días, el rey accedía a todos los pedidos de sus súbditos y amigos. Sin embargo, había también otros días. Eran días negros. Desde la mañana se daba cuenta de que hubiera preferido dormir un rato más. Pero cuando lo notaba ya era tarde y el sueño lo había abandonado. Por mucho esfuerzo que hacía, no podía comprender por qué sus sirvientes estaban de tan mal humor y ni siquiera lo atendían bien. El sol le molestaba aun más que las lluvias. La comida estaba tibia y el café demasiado frío. La idea de recibir gente en su despacho le aumentaba su dolor de cabeza. Durante esos días, el rey pensaba en los compromisos contraídos en otros tiempos y se asustaba pensando en cómo cumplirlos. Esos eran los días en que el rey aumentaba los impuestos, incautaba tierras, apresaba opositores... Temeroso del futuro y del presente, perseguido por los errores del pasado, en esos días legislaba contra su pueblo y su palabra más usada era NO. Consciente de los problemas que estos cambios de humor le ocasionaban, el rey llamó a todos los sabios, magos y asesores de su reino a una reunión.—Señores –les dijo— todos ustedes saben acerca de mis variaciones de ánimo. Todos se han beneficiado de mis euforias y han padecido mis enojos. Pero el que más padece soy yo mismo, que cada día estoy deshaciendo lo que hice en otro tiempo, cuando veía las cosas de otra manera. Necesito de ustedes, señores, que trabajéis juntos para conseguir el remedio, sea brebaje o conjuro que me impida ser tan absurdamente optimista como para no ver los hechos y tan ridículamente pesimista como para oprimir y dañar a los que quiero. Los sabios aceptaron el reto y durante semanas trabajaron en el problema del rey. Sin embargo todas las alquimias, todos los hechizos y todas las hierbas no consiguieron encontrar la respuesta al asunto planteado. Entonces se presentaron ante el rey y le contaron su fracaso. Esa noche el rey lloró. A la mañana siguiente, un extraño visitante le pidió audiencia. Era un misterioso hombre de tez oscura y raída túnica que alguna vez había sido blanca. —Majestad –dijo el hombre con una reverencia—, del lugar de donde vengo se habla de tus males y de tu dolor. He venido a traerte el remedio. Y bajando la cabeza, acercó al rey una cajita de cuero. El rey, entre sorprendido y esperanzado, la abrió y buscó dentro de la caja. Lo único que había era un anillo plateado. —Gracias –dijo el rey entusiasmado — ¿es un anillo mágico?—Por cierto lo es –respondió el viajero—, pero su magia no actúa sólo por llevarlo en tu dedo... Todas las mañanas, apenas te levantes, deberás leer la inscripción que tiene el anillo. Y recordar esas palabras cada vez que veas el anillo en tu dedo. El rey tomó el anillo y leyó en voz alta: Debes saber que ESTO también pasará...

domingo, 18 de octubre de 2009

FABES... QUÉ RICAS!...

Con el cambio de estación y la bajada de temperaturas, me apetece cocinar una fabada asturiana con las fabes que me han traído de la cosecha de Isabel (la de Tuñes -familiar-). Para el "compango", compraré embutidos de Vallina que ya vienen preparados para la Fabada y que distrubuyen por aquí (cada vez que me cruzo con un camión de Vallina y leo en su lateral la calle Galiana... me entra "morriña"...).
Por si os apetece hacerla conmigo dejo esta receta, una de tantas que he encontrado por la red...

Ingredientes:
3/4 Kg. de fabes
3 chorizos
2 ó 3 morcillas
150 gr. de tocino (panceta)
300 gr. de lacón
Azafrán
Cebolla
Sal
Ajo
Perejil

Modo de preparación:
Poner a remojo las fabas, la panceta y el lacón la noche anterior.
En una cazuela proporcionada a las cantidades se ponen las fabas, los chorizos, las morcillas, la panceta, la cebolla cortada en cuatro trozos, un ajo y el perejil atado; se cubren con agua fría y se ponen al fuego espumándolo cuidadosamente.
Cuando empiece a hervir se ponen a fuego lento un poco destapadas.
Se cuidará que siempre estén cubiertas de agua, pero nunca excesiva, añadiendo de vez en cuando agua fría en pequeñas cantidades.
A mitad de la cocción se le añade el azafrán.
Una vez cocidas (3 horas aproximadamente) se salan y se dejan reposar media hora, se les retira la cebolla y el perejil y se sirven en dos fuentes: en una las fabas y en la otra el "compangu". Se aconseja dar un hervor al chorizo antes de echarlo a la fabada, para que esté menos grasienta.
Si lo desea puede echarle un trozo de tocino asi la hará mas suave.

lunes, 12 de octubre de 2009

RECUERDOS BORROSOS DE JUVENTUD...

Recuerdo aquella mañana de abril. No debería tener una gran trascendencia, sólo era un día más en mi rutina como estudiante. LLevaba muchos años viviendo en mi villa blanca; estaba en casa, arreglándome para ir al instituto. Recuerdo que tenía examen, no me acuerdo de qué materia y estaba algo nerviosa. Antes de subir aquella cuesta hacia el instituto, me dirigí a la terraza y encendí un cigarrillo y permanecí allí un buen rato mirando hacia el puerto y en el horizonte, sólo veía mar. Fue un momento especial aunque seguramente habría hecho lo mismo otras veces, pero nunca lo olvidé...
Recuerdo una noche lejana de insomnio, no podía dormir pensando en el acontecimiento que iba a vivir el día siguiente; breve viaje hacia un pueblo rival y cercano (no le voy a hacer publicidad) para enfrentarnos a la final de basket femenino. Qué nervios y qué ganas de que llegara ya el encuentro y qué lágrimas tras perder en la prórroga por un punto...
Recuerdo aquella mañana lluviosa de abril en la que despertamos por la noche y bajamos con todo preparado a coger un Alsa hacia Italia. Nuestro primer viaje importante al extranjero sin padres! La tarde anterior recuerdo aquel baño de espuma y velas y las conversaciones interminables por teléfono con Ana, mi mejor amiga...
Recuerdo aquella tarde de verano en la que fuímos a comprar un sencillo aparejo de corcho y nylon a la Fragata y pedimos un trozo de chicharro como carnada; nos sentamos frente a la rula con las piernas colgando hacia el mar y no olvidé a aquel Suriello intentando escaparse mientras enroscaba el hilo y lo subía a tierra clavado en el anzuelo...
Recuerdo aquel 21 de agosto en el que te encontré antes de los fuegos y nos dirigimos hacia la playa para verlos juntos. Me dijiste "recuérdame que te diga algo al final de la noche", sonreí para mis adentros adivinando tu misterio. De fondo, sonaba un tema de Siniestro; quiénes somos, de dónde venimos..., comenzaba el estruendo y en mi interior temblaba, aquello tenía que ser felicidad...
Recuerdos de "aquellos maravillosos años", de una vida sencilla y tranquila. Momentos que te quedan grabados para siempre y te marcan de alguna forma. Estos recuerdos me hacen pensar en la importancia de las pequeñas cosas y en el valor de los momentos en los que disfrutas plenamente de ser quien eres y de estar donde estás. ¿Y a quién le importa? Sólo a mi :)...

sábado, 3 de octubre de 2009

VUELTA A LAS CLASES...

Esta semana he empezado a preparar (en una academia) unas oposiciones; por fin me he decidido a tomármelo más en serio, aunque soy consciente de que trabajando, es difícil pues no le voy a poder dedicar tantas horas como me gustaría y como le dedican mis compañeros de clase. Según está el panorama laboral en España mucha gente se está planteando esta opción, lo que hace que resulte muy difícil conseguir una puntuación que te permita obtener una plaza como funcionario. Intentaré ser realista, ponerle ganas, voluntad y llevar un ritmo de estudio constante, aunque soy consciente de que al final, incluso "poniendo toda la carne en el asador", el factor suerte influye sobremanera.