Recuerdo aquella mañana de abril. No debería tener una gran trascendencia, sólo era un día más en mi rutina como estudiante. LLevaba muchos años viviendo en mi villa blanca; estaba en casa, arreglándome para ir al instituto. Recuerdo que tenía examen, no me acuerdo de qué materia y estaba algo nerviosa. Antes de subir aquella cuesta hacia el instituto, me dirigí a la terraza y encendí un cigarrillo y permanecí allí un buen rato mirando hacia el puerto y en el horizonte, sólo veía mar. Fue un momento especial aunque seguramente habría hecho lo mismo otras veces, pero nunca lo olvidé...
Recuerdo una noche lejana de insomnio, no podía dormir pensando en el acontecimiento que iba a vivir el día siguiente; breve viaje hacia un pueblo rival y cercano (no le voy a hacer publicidad) para enfrentarnos a la final de basket femenino. Qué nervios y qué ganas de que llegara ya el encuentro y qué lágrimas tras perder en la prórroga por un punto...
Recuerdo aquella mañana lluviosa de abril en la que despertamos por la noche y bajamos con todo preparado a coger un Alsa hacia Italia. Nuestro primer viaje importante al extranjero sin padres! La tarde anterior recuerdo aquel baño de espuma y velas y las conversaciones interminables por teléfono con Ana, mi mejor amiga...
Recuerdo aquella tarde de verano en la que fuímos a comprar un sencillo aparejo de corcho y nylon a la Fragata y pedimos un trozo de chicharro como carnada; nos sentamos frente a la rula con las piernas colgando hacia el mar y no olvidé a aquel Suriello intentando escaparse mientras enroscaba el hilo y lo subía a tierra clavado en el anzuelo...
Recuerdo aquel 21 de agosto en el que te encontré antes de los fuegos y nos dirigimos hacia la playa para verlos juntos. Me dijiste "recuérdame que te diga algo al final de la noche", sonreí para mis adentros adivinando tu misterio. De fondo, sonaba un tema de Siniestro; quiénes somos, de dónde venimos..., comenzaba el estruendo y en mi interior temblaba, aquello tenía que ser felicidad...
Recuerdo una noche lejana de insomnio, no podía dormir pensando en el acontecimiento que iba a vivir el día siguiente; breve viaje hacia un pueblo rival y cercano (no le voy a hacer publicidad) para enfrentarnos a la final de basket femenino. Qué nervios y qué ganas de que llegara ya el encuentro y qué lágrimas tras perder en la prórroga por un punto...
Recuerdo aquella mañana lluviosa de abril en la que despertamos por la noche y bajamos con todo preparado a coger un Alsa hacia Italia. Nuestro primer viaje importante al extranjero sin padres! La tarde anterior recuerdo aquel baño de espuma y velas y las conversaciones interminables por teléfono con Ana, mi mejor amiga...
Recuerdo aquella tarde de verano en la que fuímos a comprar un sencillo aparejo de corcho y nylon a la Fragata y pedimos un trozo de chicharro como carnada; nos sentamos frente a la rula con las piernas colgando hacia el mar y no olvidé a aquel Suriello intentando escaparse mientras enroscaba el hilo y lo subía a tierra clavado en el anzuelo...
Recuerdo aquel 21 de agosto en el que te encontré antes de los fuegos y nos dirigimos hacia la playa para verlos juntos. Me dijiste "recuérdame que te diga algo al final de la noche", sonreí para mis adentros adivinando tu misterio. De fondo, sonaba un tema de Siniestro; quiénes somos, de dónde venimos..., comenzaba el estruendo y en mi interior temblaba, aquello tenía que ser felicidad...
Recuerdos de "aquellos maravillosos años", de una vida sencilla y tranquila. Momentos que te quedan grabados para siempre y te marcan de alguna forma. Estos recuerdos me hacen pensar en la importancia de las pequeñas cosas y en el valor de los momentos en los que disfrutas plenamente de ser quien eres y de estar donde estás. ¿Y a quién le importa? Sólo a mi :)...
5 comentarios:
También a mi me importa, Nuria. También a mi.
Vive tu momento de ahora, seguro que algún día lo recordarás con una sonrisa.
Maravillosos tus recuerdos, pero con lo joven que eres los debes tener muy recientes. Abrazos
Pues vaya deportista, fumando y jugando al basket.
Los comentarios más amargos son siempre anónimos, vaya por Dios! Al basket jugaba mucho antes de fumar, jeje (basket, campo a través, ping pong, natación... En ninguno era buena pero lo intentaba), de aquella época sólo pensaba en deporte y estudiar y lo del tabaco, puedo decir que lo he probado y dejado sin problema hace muchos muchos años.
Gracias, Anónim@ por tu preocupacion por mi salud. Saludos!
A mi también me importa!. Sólo espero nos queden muchos momentos para recordar juntas.
Besines.
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